Carta abierta de Mª Eugènia Gay a la Abogacía de Barcelona
Estimados colegiados, estimadas colegiadas,
Ha sido un verdadero honor y un privilegio enorme haber sido vuestra Decana a lo largo de estos últimos años, cargo que he intentado llevar a cabo con la mayor de las diligencias, con una auténtica vocación de servicio público y con el propósito de mejorar el ejercicio de nuestra bella y noble profesión, la Abogacía. En este sentido, he trabajado con el espíritu de transformar nuestro querido Colegio en una institución abierta, integradora, participativa, solidaria y transversal, convirtiéndose en un referente como garante máxima de los derechos humanos y las libertades públicas de la ciudadanía.
Me han acompañado en esta singladura, llena de retos y circunstancias extraordinarias, unas Juntas de Gobierno unidas y fuertes, integradas por unos compañeros y compañeras excepcionales, con quienes hemos compartido la visión de un ambicioso proyecto, la implementación del cual ha sido posible también gracias al impulso de las Comisiones y Secciones –motor de nuestra Corporación–, así como por el compromiso de los colegiados y las colegiadas, quienes en su día a día, en la defensa del fundamental derecho de defensa, han contribuido a escribir las páginas más importantes de nuestra secular Institución.
Después de una difícil decisión, motivada y guiada por mi firme compromiso en la defensa de los derechos fundamentales y la dignidad inherente al ser humano, y con una fuerte vocación de servicio público, inicio una nueva etapa como Delegada del Gobierno en Cataluña que me obliga a ceder el testigo al actual Vicedecano, Jesús Sánchez, quien estoy convencida que asumirá el reto de liderar una de las instituciones de la Abogacía más importantes a nivel internacional, con la misma ilusión, responsabilidad, constancia y rigor con que he intentado impregnar mi tarea a lo largo de todos estos años.
Ha sido una etapa muy gratificante de mi vida y a pesar de todos los sacrificios, he sido muy feliz ostentando mi responsabilidad; y por eso no tengo más que palabras de agradecimiento a mis admirados y estimados compañeros y compañeras de la Junta de Gobierno, por quienes siento un orgullo inconmensurable; a los presidentes, presidentas e integrantes de las Comisiones y Secciones, de quienes quiero destacar su siempre plena disposición; a los delegados y delegadas; a todos los magníficos profesionales que integran la Abogacía de Barcelona; y al personal de la casa, que de manera diligente, competente y entregada prestan los servicios que ofrece nuestra Institución. Todos y todas vosotros, una gran familia de la que siempre formaré parte, recibid un sentido abrazo y sabed que me encontraréis siempre a vuestro lado.
Mª Eugènia Gay Rosell